El hombre corre por el bosque en búsqueda de refugio, lo siguen de cerca, lo huelen, puede oír el rugir de los osos que se acercan, tiembla, le rechinan los dientes. Descansa unos segundos y luego sigue corriendo.
— ¡Hacia dónde voy! ¡Hacia dónde voy! —se pregunta de manera repetitiva y desconcertada.
Mira hacia todos los lados y divisa una colina. Corre hacia ella, sube, se detiene un instante y vislumbra una pequeña vivienda al oeste. Respira hondo y emprende carrera. Oye el rugir de los animales que se acercan, parecieran no estar a más de cincuenta metros, casi le pisan los talones.
Llega a la cabaña y empieza a escrutar el pórtico. Detecta un hacha clavada en un tronco de madera, da un brinco para cogerla, pero está incrustada y es difícil sacarla. Intenta de nuevo, el rugir aumenta de manera exponencial, se hace inminente la presencia de las fieras, el hacha no sale, se necesita mucha más fuerza, se sube al madero, y con un gran grito de fuerza logra extirparla. Ese mismo grito empalma con el rugir de los dos osos que ahora están frente a Simón.
— ¡Ni se me acerquen porque les corto el hocico! —les grita Simón mientras mueve el hacha de un lado al otro.
Los osos se acercan poco a poco sin importar lo que podría estar gritando Simón. El más grande se lanza contra el hombre y él solo atina a balancear el arma de abajo arriba con toda su fuerza y se clava justo en la yugular del animal. De un segundo a otro el pórtico de la cabaña, el suelo, los árboles cercanos y el tronco quedan regados de sangre. El oso da un suspiro y cae muerto. Inmediatamente el otro animal mira fijamente a Simón quién todo ensangrentado se pone pálido de miedo. Siente que el cuerpo se le desvanece de terror. La bestia se acerca poco a poco y cuando está a pocos metros, el fuerte olor a sangre lo distrae, vislumbra a su compañero derribado y empieza a emitir gemidos de dolor. Salta sobre su pareja y con el hocico trata de hacerla reaccionar sin éxito. El terror se vuelve compasión. Simón aprovecha, da la vuelta y sigue corriendo lo más rápido que puede.